En Esperanza.-Lejos están los días en que una trabajadora cultural, comunitaria, Montecristeña de nacimiento y esperanceña por adopción nos trajo sus ideas y trabajo en pro de un estamento municipal de desarrollo, pero al final nuestros politiqueros la boicotearon, por cuanto no se trataba de alguien dispuesta a elaborar un traje a imagen y semejanza de los intereses de quienes dirigían la ciudad en el turno en cuestión.
Lo de Rosa Mendosa, fue un bien depurado legajo de proyectos en favor del crecimiento de la urbe serie treinta y tres, que muchos entes con poder transitorio boicotearon hasta herir de gravedad una de las pocas iniciativas sólidas para dotar al municipio de un verdadero plan de emancipación económica y de infraestructura, como la requiere ese conglomerado geográfico.